Castell de Ferro se revela como una joya escondida que combina de forma única belleza natural y encanto histórico. Este paraíso costero, con sus pintorescas playas y las tranquilas aguas del Mediterráneo, cautiva a los visitantes que buscan autenticidad y serenidad en España.
Esta localidad, perteneciente al municipio de Gualchos, está situada en el centro de la comarca de la Costa Tropical, cerca de Gualchos, El Romeral, Calahonda y La Mamola. A pesar de otras localidades del municipio, Castell de Ferro ostenta el título de capital municipal, albergando el ayuntamiento.
El enclave de Castell de Ferro se encuentra enclavado entre numerosas calitas que salpican la abrupta costa granadina, al pie del cerro coronado por su antiguo castillo, en medio del extenso barranco de Gualchos. Es conocida por sus playas poco concurridas, que ofrecen un entorno ideal para relajarse y pescar, un deporte popular gracias a los 5,5 kilómetros de acantilados que ofrecen un impresionante telón de fondo.
La ciudad respira historia, reflejada en su bien conservada arquitectura y patrimonio cultural. Lugares emblemáticos como el castillo de Castell de Ferro atestiguan su rico pasado. Más allá de su atractivo histórico, las playas vírgenes atraen a los amantes del sol y el agua con un telón de fondo de exuberantes colinas y aguas azules.
Este enclave costero no sólo ofrece sol y mar, sino que también sirve de puerta de entrada para explorar las maravillas de la Costa Tropical. Su ubicación estratégica facilita el acceso a las atracciones cercanas, garantizando una experiencia completa en la costa mediterránea. Celebraciones como las fiestas patronales en honor a San Miguel Arcángel y las Fiestas de Interés Turístico añaden un toque especial a la experiencia, haciendo de Castell de Ferro un destino encantador y acogedor.
Lugares para visitar en Castell de Ferro
Castillo de Castel de Ferro
El castillo de Castell de Ferro, situado a 90 metros sobre el nivel del mar, es una joya histórica que atestigua la rica y diversa historia de la zona. Este castillo ha desempeñado un papel importante en las defensas estratégicas de la región a lo largo de los siglos.
Los orígenes exactos del castillo de Castell de Ferro están un tanto rodeados de misterio, ya que los registros se remontan al siglo XIII. Se cree que el castillo fue construido originalmente por la dinastía nazarí, los gobernantes musulmanes del Reino de Granada, durante el periodo de Al-Andalus.
La posición del castillo, con vistas al Mediterráneo, lo convirtió en un bastión crucial para la defensa costera. Permitía a sus ocupantes vigilar el tráfico marítimo, protegerse de posibles invasiones y controlar las rutas comerciales a lo largo de la costa.
El castillo exhibe una mezcla de estilos arquitectónicos, reflejo de las diversas culturas y épocas que influyeron en su construcción y renovación. En su diseño se observan elementos de los estilos morisco, gótico y mudéjar posterior. La estructura incluye murallas defensivas, torres y patios interiores, que muestran la adaptabilidad del castillo a lo largo de los siglos.
El castillo consta de tres partes diferenciables: una robusta torre rectangular abovedada, un patio rectangular en el centro construido en el siglo XVI, con alas a los lados destinadas a albergar la guarnición y las cocinas y, por último, una batería semicircular en el flanco sur, añadida en el siglo XVIII. Rodeando todo el recinto había una muralla defensiva conocida como «barbacana».
A lo largo de los años, el castillo de Castell de Ferro fue testigo de numerosos acontecimientos históricos, como los conflictos entre las fuerzas musulmanas y cristianas durante la Reconquista. En 1849, se informó de que el castillo estaba en ruinas, lo que se atribuyó a una explosión en un depósito de pólvora ocurrida en abril de 1836 debido a la caída de un rayo, que derribó la parte oriental. Sin embargo, también parece haber sido destruida por los ingleses durante la Guerra Peninsular. La guarnición de este castillo varió con el tiempo. A principios del siglo XV, contaba con 30 soldados; más tarde, se equipó con 11 soldados de infantería a pie. Finalmente, en 1764, contaba con el siguiente personal: 1 oficial; 2 sargentos y 16 soldados; 1 sargento y 4 artilleros; 1 almacenero y 1 capellán.
En el siglo XVIII, el castillo se deterioró y acabó siendo abandonado. En los últimos años, se han realizado esfuerzos para conservar y restaurar el castillo, reconociendo su valor histórico y cultural.
Hoy en día, el castillo de Castell de Ferro es un cautivador recordatorio de la compleja historia de la región. Los visitantes tienen la oportunidad de explorar sus murallas, torres y patios, disfrutando de vistas panorámicas de la costa mediterránea. Sirve de enlace con el pasado, ofreciendo una visión de la importancia estratégica de la defensa costera en la historia de Granada.
Playa Rijana
Cala cristalina, perfecta para practicar snorkel, paddleboard y kayak. Con fácil acceso sólo para peatones (tendrá que caminar unos 5 minutos después de aparcar el coche). Hay un pequeño chiringuito donde se pueden comprar bebidas y otros refrescos.
Playa de Sotillo
Es una extensa playa urbana con defensas artificiales en algunos tramos. Se compone de arena y grava y tiene una longitud de 1.300 metros. Cuenta con un paseo marítimo y algunos servicios. Galardonados con la Q de Calidad desde 2017. Buena accesibilidad a la zona de arena. Las aguas están tranquilas. Dispone de servicio de socorrismo. Hay aseos públicos. También tiene zonas de sombra.